Ideales.

De pasarme las horas en clase pensando en ti. Las noches sin dormir pensando cuándo te volvería a ver. Una locura, ¿verdad? Era eso exactamente lo que provocabas en mí. Hacías que me perdiera con solo dirigirme una mirada. Pero algo falló. Por intentar hacer nuestros sueños realidad no perdemos nada. De hecho, el mayor error es no intentar nunca nada. Pero el problema no fue este; no nos conocíamos lo suficiente. Me sumergí en tus ojos sin tan siquiera saber si ellos me pertenecían.

Comentarios

Entradas populares