Cita a distancia

Lo fácil era la monotonía de no verte y la excitación de los viernes. Pero dolía.

Qué fea la costumbre de citar sin nombrar al autor;
hablo de lágrimas, sonrisas y recuerdos en negrita los días que no llueve.
Con lo corta que es la vida y lo empeñados que están algunos en hacerte desperdiciar horas.

Te acarician las heridas con los dedos mojados en alcohol y así normal
que sangres
que llores
que grites
que arañes
que partas bocas a los que nadan en tu pasado
y te muerdas la lengua por no restarle minutos al presente.

Atea, creyente en la distancia que separan las ganas entre dos bocas,
en lo bonito del silencio cuando no incomoda,
en nuestra historia, porque fue real...

Ya podría morderme la lengua otra vez y perder el tiempo en otra cosa,
pero soy la propia autora de esta tristeza.
Confío en que algún día levante cabeza y
ni sangre
ni llore
ni grite
ni arañe,
pero vaya a besar el presente.




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