Resaca en el país de las "maravillas"
Está lloviendo.
Y me he pisado el
vestido. Una cenicienta sin fiesta.
Los tacones en la mano.
La falda rota y manchada de barro. Despeinada. Malfollada a las 1 de la
madrugada.
Pero yo no tengo un
hada madrina que me saque de esta.
Tengo a una Pepita
Grillada que es mi conciencia, con tres cervezas de más. Me dice que no debo manchar de carmín otros
labios. Que estamos en crisis, pero hay bocas que se venden por cuatro
perras. O una. Que no crea en los sapos, que por mucho que los bese, nunca
cambiarán. Que las noches de placer con personajes secundarios nunca serán un
taquillazo. Dice que soy una dama, que no deje que me engañen los brazos de
cualquier vagabundo. Que espere, que mi príncipe algún día llegará. Y que
espabile, que ya no estamos en Nunca Jamás.
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