Que las ganas que tienes de comerme la boca son proporcionales a las que yo tengo de comerme el mundo. Y así nos va.
Enjáulame. Enciérrame. Córtame las alas. Llámalo como quieras; amor, atracción, adicción.
Admítelo: soy tu droga. Te estoy jodiendo la vida. Más, y más. Y cuando más te sacias, menos te quiero.
Sigue así, con tu hierba barata.
Nunca sabrás amar.
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