Empezamos a leer el libro por el final, ansiosos
de felicidad y bonitas historias.
¿En
qué coño estábamos pensando? Todos sabemos que la mayoría de historias acaban
de puta madre. Porque lo triste deprime y siempre hablamos de finales
felices. Y claro, leímos la historia al revés, desde el final hasta el
comienzo.
Los
primeros tonteos, las llamadas, los besos,... esas tonterías que hacen los
enamorados, nos encantan. Para qué mentir... Nos gusta que nos quieran.
Y
entonces llegamos al final principio. Dos completos desconocidos con
ganas de amar, evitando lo más obvio. Conocerse.
Comentarios
Publicar un comentario